Algo del pasado

Pero no siempre fue así, testigo de ello son las huellas que culturas anteriores dejaron tanto en restos arqueológicos como en topónimos.

Si nos centramos en la franja costera del municipio, justo en la Punta de Torrox, hubo un asentamiento de población romana.

Muestra de ello es el yacimiento arqueológico que ha sacado a la luz los restos de una villa con ricos mosaicos, de una industria pesquera donde se elaboraba "garum" y salazón de pescado, de hornos cerámicos, y de una necrópolis con "magníficas vistas".

Para conocer este tema más a fondo pueden consultarse varias publicaciones resultado de las excavaciones.

Es un lugar interesante para llevar a los pequeños y aprovechando un bonito paseo junto al mar, enseñarles de manera clara e instructiva el yacimiento, para ello nos puede servir de gran ayuda una Guía didáctica del yacimiento elaborada por el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes.

Si queremos leer algo más, hay otros documentos.

De paseo

Si abandonamos la plaza, podremos visitar la Iglesia. Como en la mayoría de las localidades, era el referente del centro geográfico del pueblo, si bien en la actualidad, la extensión hacia la costa ha modificado esta apreciación.
Levantada sobre la antigua mezquita, y reformada en el s. XVII,presenta estructura barroca, destacando la alta torre del campanario de planta cuadrada, visible casi desde cualquier lugar del pueblo. Su decoración interior fue modificada completamente en la década de los 70.

Tras visitar la iglesia, podría acompañaros por algunos de los rincones más alegres y coloristas como el Paseo de las Moreras, así consta en el callejero, pero siempre le hemos dicho simplemente "Las moreas", con magníficas vistas al mar y al monte: lo siento, no tengo foto para mostrároslo, pero no pasa nada, así os quedais con la curiosidad y alguna vez vendreis a verlo.

De todas maneras, también os podría llevar por estas otras calles, eso sí, prepararos porque hay muchas, muchas cuestas : aquí teneis una muestra y esta otra también:

Conociendo Torrox

Quiero aprovechar la ocasión, ya que he conseguido llegar hasta aquí, para que conozcais mi pueblo.

Es un rincón pequeño pero muy tranquilo, cerca del mar y protegido por la montaña. Allí todavía quedan casas y calles a la medida del caminante, allí los pasos te llevan por entre el blanco de la cal y el rojo de los geranios, allí todavía huele a jazmín y dama de noche.

Sus primaveras son especialmente agradables, aún siento la suave brisa del atardecer paseando por la plaza del pueblo mientras oía el alegre revuelo que armaban las golondrinas dando vueltas alrededor de la torre de la Iglesia.
Para que os hagais una idea de lo que intento transmitiros, os pongo una imagen de la plaza del pueblo (aunque, como podeis ver, en esta ocasión no había ni una triste golondrina...).